Ayer fue el día de los abuelos y ¿cuál es la receta típica que pasa de generación en generación? ¡Pues claro! Las croquetas caseras de jamón. ¿Las mejores? Siempre las de la abuela.
El principal consejo para hacer las mejores croquetas caseras de jamón es tener paciencia y una buena muñeca. Pero, sobre todo, un buen maestro. Así que me he sentado con mi abuela y me ha dicho paso a paso como hace ella uno de los mejores platos del mundo.
Seguro que la vuestra os enseñaría su toque. Pero si probáis estas, os van a encantar. Lo primero, lo más importante, los ingredientes.
Ingredientes para unas croquetas caseras de jamón
- Medio litro de leche entera
- 250 gr de jamón serrano muy picado
- 1 cucharada de mantequilla (15 g.)
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra (30 ml.)
- 100 g. de harina de trigo
- Sal y nuez moscada (al gusto)
- Para rebozar las croquetas: harina, pan rallado y 2 huevos
- Aceite de oliva virgen extra para freírlas
¡Manos a la masa de las croquetas!
Primero vamos a a preparar la bechamel.
Picamos el jamón en trocitos muy pequeños. Si no queréis encontrarlo al comer podéis comprarlo en virutas, si por el contrario os gusta notarlo al masticar, picadlo a mano ya que nunca queda tan fino.
En una cazuela ponemos la mantequilla cortada en dados y dejamos que se derrita. Echamos el jamón picado y la harina y lo salteamos para que se rehogue bien.
Dejamos la cazuela a fuego medio-bajo y vamos echando la leche poco a poco y removiendo constantemente durante unos 20 minutos.
Según vaya es pesando, se echa un poco más de leche. Añadimos una pizca de sal y la nuez moscada al gusto hasta que quede una pasta cremosa.
Extendemos la masa sobre una fuente después de untarla con un poco de mantequilla para que no se pegue.
Cubre la fuente con un papel film y déjala enfriar unas 8 o 10 horas, te aconsejamos esperar un poco antes de ponerlo, para que no acumule vaho y no salgan gotas por el calor y el vapor.
Cuando esté bien fría la masa, se corta y moldean las croquetas.
¡El siguiente paso es un arte!
Con una cuchara cogemos una bola y la moldeamos. Y así hasta que terminemos la masa. Preparamos tres recipientes, uno con la harina, otro con el los huevos batidos y el tercero con el pan rallado.
Se pasa cada bolita por cada uno de los recipientes y ¡a la sartén!
Cuando se vayan haciendo, las vamos retirando. Preparamos un recipiente con papel de cocina para que absorba el aceite restante.
¡Y listas para servir!
¿Qué os ha parecido la receta?
¿Cómo las hacéis vosotros, le echáis algo especial o diferente?
Nosotros vamos a acompañarlas con un chorizo a la sidra, ¡veréis que fácil y qué rico!
Lo bueno de las croquetas es que puedes hacer el relleno de un montón de cosas y son “muy agradecidas”. Si algo nos nos gusta en absoluto es tirar la comida y es un plato que con restos de cocido, un poco de morcilla, incluso una lata o dos bonito, puede hacer que un entrante sea el mejor plato del menú.
Me gustan !!
Están riquísimas
Huummm !!!! que buena pinta 😋 Tienen que estar riquísimas